Diente de león

Una planta con la que seguro se topará durante los paseos o en su jardín es el diente de león. Y es probable que, si su perro tiene la costumbre de comer hierba, también haya probado a mordisquear esta planta.

Los humanos solemos considerar estas flores amarillas poco más que malas hierbas. A menos que tenga un conejo o una cobaya, probablemente sepa que a los pequeños amigos peludos les encanta mordisquear estas plantas difíciles de eliminar. Pero, ¿pueden los perros comer también dientes de león? Y si es así, ¿son saludables? Por supuesto.

Las hojas de diente de león no sólo son buenas para su perro; también son un ingrediente excelente en la comida para perros. Las hojas de diente de león no sólo son una fuente natural de vitaminas A, C, K, D y B, sino que también contienen proteínas e importantes minerales como calcio, potasio, hierro, zinc y manganeso. En comparación con el brécol, las hojas de diente de león tienen 3 veces más calcio, 3 veces más hierro, 15 veces más vitamina A y 3 veces más vitamina E.

1. Desintoxicación del hígado:

Las hojas de diente de león contienen sustancias que ayudan al hígado a eliminar los productos de desecho y las toxinas del organismo. Además, los polisacáridos de la planta estimulan al hígado a producir más bilis, lo que facilita la digestión.

2. Diabetes:

Ciertas sustancias del té de hojas de diente de león pueden estimular la producción de insulina en el páncreas, lo que puede provocar una disminución de los niveles de azúcar en sangre. Por ello, el diente de león se considera un apoyo natural para controlar la diabetes y sus consecuencias asociadas.

3. Apoyo hepático y renal:

El diente de león refuerza la función hepática, pero también acelera la descomposición de los productos de desecho por parte del hígado, lo que supone un mayor esfuerzo para los riñones a la hora de eliminar los productos de desecho hidrosolubles. Lo que hace único al diente de león es que es un diurético natural que estimula los riñones. Esto filtra y elimina el exceso de líquido, sodio, ácido úrico y productos de desecho, sin pérdida significativa de potasio y sin efectos adversos en los riñones.

4. Fiebre del heno:

El diente de león es un antihistamínico natural. En la fiebre del heno se libera demasiada histamina, lo que provoca picor y lagrimeo en los ojos y goteo nasal. El diente de león no sólo ayuda al hígado a descomponer el exceso de histamina y los productos de desecho liberados, sino que también reduce el nivel general de histamina en el organismo. Además, el diente de león tiene propiedades antiinflamatorias, lo que contribuye a aliviar las molestias de la fiebre del heno en general.

5. Dolores articulares:

¿Sabía que el diente de león es una planta muy beneficiosa para reducir los dolores articulares y musculares? Las propiedades antiinflamatorias del diente de león han demostrado su eficacia en el tratamiento de la artritis, la gota, el alivio de los músculos doloridos y la reducción del dolor articular. El árnica ayuda a reducir el dolor inflamatorio cuando se aplica tópicamente.